Se acerca el
verano. Parece que el calorcito, corrijo, calorazo ya ha venido para quedarse. Y aunque muchos se empeñen en hacernos creer que este año por estas
fechas nuestra máxima preocupación serán los kilos de más que hemos cogido durante los
excesos de la Semana Santa, el biquini que ya no se lleva y que
irremediablemente necesitamos hacer desaparecer de nuestro armario, el cómo conseguiremos el último bolso joya diseñado por la ‘it girl’ del momento o si ya tenemos reservadas las vacaciones en el destino más chic de la riviera francesa, están
totalmente equivocados. Por lo menos en muchos casos.
Estas últimas semanas he comprobado como bastantes personas cercanas están teniendo serios problemas para programar las vacaciones de los niños mientras ellos tienen que trabajar.
¿Qué opciones podemos barajar ante esta situación?
- Podemos optar por campamentos de día o granjas con actividades en otros idiomas que aunque son una buenísima opción para que los niños aprendan, se diviertan y hagan un montón de nuevos amigos, suponen un desembolso importante de dinero no apto para todos los bolsillos.
- Lo mismo ocurre en este caso con los campamentos de larga estancia para los más mayores.
- Otra opción sería apuntarles a talleres o cursos intensivos de algún deporte, afición o idioma concreto, sin embargo, algunos padres no son partidarios de esta idea porque prefieren que los niños descansen durante el período vacacional.
- Como último recurso estaría pedirle ayuda a nuestros familiares más cercanos: padres, hermanos, tíos...
Organizar el tiempo de ocio de los más peques en verano puede suponernos un gran esfuerzo que al final merecerá la pena ya que todos saldremos ganando, ellos disfrutarán de sus vacaciones y nosotros nos quedaremos tranquilos sabiendo que todo está bajo control.
Comparto con vosotros este Especial Campamentos 2013 de Sapos y Princesas que tiene muchos artículos interesantes para papás que estén un poco perdidos sobre este tema.
Paula